CAPITULO 1: KOREL

CAPITULO 1:

KOREL

No me quedaba otra cosa más que correr, estaba por alcanzarme pero no me di por vencido. Las últimas palabras que me dijo fueron: “Me vengaré de ti, Korel”. No entiendo por qué ese odio; pero no pensaba quedarme para averiguarlo.

Todo comenzó hace tres días, cuando fui a comprar a la tienda. En medio de tanta gente logré divisar a mi amigo, bueno hasta ese entonces era mi amigo.

Korel: ¡Hola Ángel! (sin saber que mi pesadilla pronto comenzaría)

Ángel: ¡Qué tal Korel!

Ahora me doy cuenta que sus expresiones no eran del todo amicales. Se acerco a mí en forma extraña. Me miró de forma muy extraña. Por un momento pareció que veía a otra persona. Él parecía otra persona. No sé qué pasó en ese momento, su comportamiento era tan diferente. Salí de la tienda rápidamente sin importar que no compre nada. Cuando salí, decidió acompañarme.

Al salir de la tienda la situación cambió. Su sonrisa era diferente y yo ya estaba envuelto por el miedo. No lograba comprender qué le pasaba, sus cambios repentinos de comportamiento, de sus emociones. Su estado de cansancio reflejaba que algo estaba pasando con él. Por un momento logré divisar una pistola entre sus pertenencias

Dos policías salieron rápidamente de la tienda, y yo creía saber quién era el culpable así que decidí hacer… lo que nunca se debe hacer: dejar a un amigo. Decidí irme inmediatamente en mi bicicleta. Y mientras yo me alejaba más y más, los policías lo estaban deteniendo.

No supe nada más de él, no quise saber nada más de él. Lo único que hice fue evadir el tema, evadir la situación. Hasta yo estaba sorprendido de mi reacción.

Dos días después la ciudad estaba enteramente rellenada de carteles con el titulo de: “SE BUSCA”. Estaba en ella la foto de un chico que no conocía; pero el porqué es buscado se me era familiar.

En el cartel decía: “Presunto asesino responsable del accidente del supermercado M&A”. Supermercado en donde dejé a Ángel.

Decidí ir a ver a Ángel. Llegué a su casa, toque la puerta, nadie respondía y yo ya comenzaba a intrigarme. La puerta estaba abierta: entre a la sala.

La casa estaba totalmente desordenada. Se sentía un ambiente pesado, era evidente que algo estaba pasando.

Escuché un grito desgarrador proveniente del segundo piso; corrí a ver de dónde provenía. Subí y encontré a ángel gritando a lado de su espejo roto, pienso yo, recientemente. Él se desmayo inmediatamente.

No sabía qué hacer, lo llevé al hospital. Y ahí estuvo en estudio por horas. Me di cuenta de algo: nadie había venido a verlo, nadie se había preocupado por él. Él vivía sólo…

El doctor me llama desesperado, diciendo que algo pasaba con él. Entré para poderlo ver. Lo que vi era espantoso: mi amigo estaba delirando, retorciéndose, temblando. Cuando me vio se quedó tieso mirándome fijamente. Se prendió de mi cuello para ahorcarme. Todos en el cuarto estaban paralizados, estaban aterrorizados, con una mirada ida y asustada.

Lo único que hice es empujarlo y salir corriendo…

- “Me vengaré de ti, Korel”