18 de noviembre de 2010

CAPITULO 2: DESPERTAR

CAPITULO 2:
DESPERTAR

He conocido, creo yo, a la persona más mala del mundo. Su nombre es Marcus. Desde que lo conocí me pareció especial; pero nunca me imaginé hasta qué grado.
El problema es que compartimos muchas cosas en común. Una de ellas es que ambos somos del mismo orfanato. Cuando era niño me parecía el chico más inteligente que podía haber. Marcus, Lenoy y yo éramos inseparables. Éramos parte de una infancia cruda, propia de los huérfanos. Pero aun así lográbamos divertirnos. Una de las diversiones que teníamos era cuando jugábamos a ser superhéroes como los de la televisión. Todos soñábamos con ser el Hombre-Y: valiente, justo y bueno. Marcus era el Hombre-Y en nuestras actuaciones. Él era el líder y nosotros sus fieles seguidores. Todos marchando en un solo sentido, en un solo objetivo: cambiar nuestras vidas para así cambiar nuestras historias.
Yo vi la evolución de este monstruo. Ambos descubrimos algo más en común. Nosotros teníamos poderes especiales parecidos a los del Hombre-Y. Los tres teníamos diez años y no entendíamos a ciencia cierta qué era lo que nos pasaba. No sabíamos si era imaginación de nosotros o era la pura realidad. Solo sabíamos que nuestras historias eran parecidas a las del Hombre-Y.
El orfanato sufría una serie de apagones. La luz siempre se iba. Fue cuando Lenoy nos contó que siempre que él quería que la luz se vaya, esta se iba. Lenoy puede hacer que la energía desaparezca. Podía apagar los televisores, las radios, todo artefacto eléctrico sin la necesidad de tocarlos. También podía apagarlos aunque los objetos estén fuera de su vista.  Se dedicó bastante a perfeccionar su poder.
En un intento por salvarse de un castigo de nuestra cuidadora. Marcus le lanzó una especie de sustancia desconocida que él podía hacer aparecer de la nada. La señora olvidó todo lo ocurrido totalmente. Le sorprendió bastante ese suceso a Marcus. Suceso que cambio su vida para siempre. A partir de ahí comenzó a perfeccionar su poder. Aquella misteriosa sustancia que él había creado era capaz de hacer olvidar los recuerdos de la gente. Sustancia la cual le puso como nombre: Krol.
Y yo por intentar defenderme del abusivo del orfanato. Puse mis manos en su pecho para empujarlo y cree un campo de fuerza tal que el chico salió disparado. Lo bueno es que Marcus estuvo ahí para hacerles olvidar esa escena a todos los presentes.
Los tres formábamos un solo equipo. Marcus hacia olvidar. Lenoy no permitía que alguna cámara grabase lo que pasara. Y yo creaba buenos campos de fuerza.
Los tres éramos inseparables. Éramos superhéroes y manteníamos nuestros poderes en secreto. Después de una larga temporada de hacer el bien, Marcus decidió tomar otro camino.
Fue visible como la maldad despierta en una persona. Cierto día en el orfanato llego un señor millonario a dejarnos donaciones. A lado de él estaba su hija que lucía un collar hecho de un zafiro tallado en forma de una gota de agua. Era un collar reluciente. Era tan bonito el collar que Marcus decidió quitársela.
Marcus uso sus poderes con todos los presentes. Al momento de usarlos contra la chica, una especie de resplandor lo atacó. Marcus se desmalló, todo el Krol desapareció  y  todos los reunidos decidieron abandonar el sitio. Al despertar, Marcus ya no tenía sus poderes. Fue tanta la desesperación, que en ese momento nació la maldad en él. Un odio tan profundo hacia aquella chica.
Aunque al día siguiente Marcus recupero sus poderes. Él ya no era la misma persona.
La equivocación de Lenoy y mía era la de seguir al líder. Así que con los ideales de Marcus nosotros fuimos moldeados. Y pasamos de ser un grupo de héroes a ser gente mala.
Salimos del orfanato con un solo objetivo: tener lo que queramos. Y siempre fue así.
Recuerdo el día que salimos del orfanato. Cuando Marcus me dijo: Brandon, nosotros cambiaremos el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario